Por Isaías Rosado
Sin duda las plataformas de streaming se han convertido en un espacio en que las producciones mexicanas han encontrado atraer las miradas que han perdido en la televisión, y Manolo Caro aprovecha esto con “La Casa de las Flores”.
Estrenada en 2018, la serie original de Netflix atrajo las miradas por el reparto que presentaba caras conocidas como las de Verónica Castro (Rosa Salvaje) o Cecilia Suárez (Capadocia), sin olvidar al talento joven como Aislinn Derbez (Ellas son…la alegría del hogar) y Darío Yazbek Bernal (Daniel y Ana).
Recientemente la serie de comedia llegó a su tercera temporada tras una segunda que fue desastrosa, la cual estuvo a punto de hundir lo poco logrado con los primeros capítulos de la serie; sin embargo, los episodios finales lograron reposicionarla como una de las favoritas dentro de la plataforma.
La primera temporada presentó un argumento no tan sólido, intentando ingresar un ‘misterio’, como fue el suicidio de Roberta Sánchez (Claudette Maillé), amante de Ernesto de la Mora (Juan Pablo Medina), durante la celebración del aniversario del matrimonio entre este último y Virginia de la Mora (Verónica Castro), lo que desata las revelaciones de la primer temporada de “La Casa de las Flores”.
Sin embargo, a pesar de contar con breves momentos de drama en una serie de comedia, la fortaleza de la serie cayó en la interpretación de la consagrada Verónica Castro, quien una vez concluida la primera temporada decidió colgar el traje de protagonista y no regresar a la segunda etapa del serial, la cual se estrenó en 2019.
Para la segunda temporada, el protagonismo cayó sobre Cecilia Suárez, quien se convirtió desde el inicio en un fenómeno viral gracias a la intención que impregnó en la voz del personaje que interpreta en la ficción (Paulina de la Mora); sin embargo, el pésimo guión y pobre argumento de esta temporada no permitió hacerla brillar ni a ella ni a sus compañeros de reparto; la historia no ‘cuajó’, convirtiendo lo poco logrado en un ‘desbarajuste’ de tramas que solo confundían más al espectador y desanimaban de avanzar en la serie.
Ya para el final de la segunda temporada, se adelantó lo que vendría para la tercera y última: más dosis de comedia, pero fortaleciendo un poco más el drama y el misterio para intentar ‘arreglar’ los garrafales errores de la segunda tanda de episodios.
Por fin, la tercera temporada llegó y logró ‘tapar los hoyos’, haciendo utilización de flashback para dar solidez a la nueva historia que trajo de vuelta la comedia simple y mexicana que logró conquistar a la audiencia. Además, la crudeza de nuevas situaciones tratadas entorno a la comunidad LGBT de los años setenta y ochenta, así como a la discriminación y el clasismo, permitió darle un toque de mayor seriedad a la ficción, abordando una temáticas que sobreexplotaron y trataron erróneamente durante las primeras dos temporadas.
Durante el tercer ciclo, se puede destacar la inclusión de Isabel Burr (joven Virginia de la Mora), Tiago Correa (joven Ernesto de la Mora), Ximena Sariñana (joven Carmela Villalobos), Javier Jattin (joven Salomón Cohen), Rebecca Jones (joven Victoria Aguirre) y Christian Chávez (Patricio Lacurain); todos ellos dando coherencia a los acontecimientos dentro de la trama y brindando un toque de misterio a la serie, regalándonos (especialmente Chávez) algunos de los momentos más importantes de la historia.
La tercera temporada de “La Casa de las Flores” revivió el interés de la serie, dejándola como una ‘palomera’ para los días de confinamiento, llena de referencias a la cultura pop de los 70’s y 80’s, que seguramente disfrutarás al por mayor.
Si decides comenzar desde el capítulo 1, no desesperes con la temporada 2, pues la recién estrenada este 2020 te harán sentirte recompensado por el suplicio vivido por su antecesora.