Íntima velada escrita con «Tinta y Tiempo» con Jorge Drexler en Querétaro

TEXTO Y FOTOGRAFÍA: ISAÍAS ROSADO

Querétaro, Qro., 8 de marzo de 2024.- La magia, la intimidad y la música tuvieron un punto de encuentro único en Querétaro, gracias al “plan maestro” que Jorge Drexler presentó en un concierto que invitó a reflexionar, a enamorarse, a divertirse e incluso a reencontrarse en una oleada de sentimientos que abarrotaron el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.

La noche empezó entre el público recibiendo de pie a Drexler, quien se encontraba enfundado en un traje blanco, pero sin llegar a ser formal, pues la noche ameritaba ser desenfadada; aplausos y muestras de cariño fueron lo que tanto público como artista recibieron en un jueves que sería sumamente especial.

El “Deseo” de descubrir la relación entre ambos se hizo presente, con cada nota, con cada aplauso, con cada elemento que se unía en un ambiente que pasaría del romanticismo al baile, e incluso hasta la reflexión. Eso era lo que Jorge Drexler haría.

La música se convirtió en el “Transporte” para embarcarse por un inicial, pero largo camino musical que haría resonar el recinto, con las luces tenues, pero que era iluminado por la magia de este encuentro lleno de complicidad.

Tema como “Cinturón blanco” o “Corazón impar” generaban decenas de emociones en cada uno de los asistentes, quienes estaban más que fascinados por compartir este momento que presentaba una “Fusión” única e irrepetible, con un “Perfume” especial que llenaría el ambiente de frescura y dinamismo.

La velada avanzaba y ninguna canción parecía “Inoportuna”. Drexler no perdía el tiempo para compartir lo más que podía con sus fanáticos, uniendo a todos para cantar “¡Oh, Algoritmo!”.

Todavía estábamos a la mitad de la noche, cuando el tema que da nombre a su actual gira “Tinta y tiempo” se hizo presente; también fue la oportunidad para hacer un ligero cambio en la dinámica musical de la noche, pues el talento que compartía el escenario con Jorge estaba de manteles largos, al igual que una joven fanática, quien celebraba su cumpleaños; ante esto, Drexler le obsequio su tema favorito: “Soledad” en una versión acústica deliciosa.

Los regalos y muestras de afecto no tardaron, una joven de nombre Dulce María le entregó a Drexler un ramo de flores y aprovechó la oportunidad para elegir un tema especial para ella: “Pongamos que hablo de Martínez”, que fue sumamente aplaudida.

La noche continuó con uno de los más recientes lanzamientos del uruguayo: “Derrumbe”. La velada continúo con una versión acústica de “Salvapantalla” que se vio acompañada por todos sus compañeros músicos que también aportaban un toque especial al ambiente.

Así siguió la noche, deseando tener “La edad del cielo”, al tiempo que “Guitarra y vos” se hacían presente en el escenario del Auditorio Josefa. Ante esta espectacular noche, no podían faltar temas como “Tocarte”, “Bolivia”, “Silencio”, “Telefonía” y “Sea”, que daban cerrada la velada.

Pero claro, la noche no podía culminar ahí, el público no lo permitiría, y por ello Drexler y todos los músicos volvieron al escenario, para compartir unos últimos momentos con Querétaro. Así fue como temas como “Don de fluir” y “Bailar en la cueva” generaron un “Movimiento”, el cual demostró que “Todo se transforma”, y que dejando declarar a Drexler que en este encuentro “Me haces bien”.

La noche nos terminó por demostrar que aún existe “Amor al arte”, que se vio reflejado en una noche que quedará plasmada para la posteridad en la mente de quienes fueron cómplices: Drexler y Querétaro.

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